jueves, 15 de mayo de 2008

Mi carta de Renuncia...


Hoy, 14 de Mayo del 2008, yo, Bárbara Peñaranda, mayor de edad y de este domicilio, me dirijo a ti, Padre Celestial, con todo mi amor y respeto, con la mayor humildad en mi corazón, y la bondad que me caracteriza, para informarte que estoy dispuesta, de corazón, a renunciar a todo a aquello a lo cual no soy merecedora, debido a que tu, tienes cosas mejores para mi.

Hoy, renuncio a la escasez monetaria y de cualquier tipo en mi vida, a partir de hoy, solo acepto en mi vida tu abundancia, de todo tipo, porque tú eres mi Pastor, y nada me faltara, porque tú me provees de todo lo que necesito. Porque solo tú conoces mis verdaderas necesidades.

Hoy, renuncio a todas las enfermedades, hoy se que tu eres mi sanador, y con tu mano sanadora has tocado mi espíritu, derramando sobre mi la gracia y el gozo, para poder disfrutar de una vida plena, llena de salud física, espiritual y mental.

Hoy, renuncio a mis rebeldes emociones negativas, y prometo a mi misma no volver a dejar que me dominen, porque estoy guiada por tu espíritu, por tu voz, porque soy tu hija, heredera de tu Reino, y solo TÚ riges mi vida, no mis emociones.

Hoy, renuncio al dolor, al sufrimiento, a las calamidades, a las quejas, y elijo ser feliz, elijo el camino de la Gratitud y el Amor.

Hoy, renuncio a mis patrones de conductas del pasado, a mis juicios, a mis acuerdos creados por miedo y por orgullo, y elijo nunca mas juzgar a nadie, aceptar a las personas como son, y amarlas sin esperar nada a cambio.

Hoy, renuncio a todo aquello que pueda ser dañino en mi vida, todo lo que no sea positivo para mi vida, lo desecho o lo hago a un lado.

Hoy, renuncio a las limitaciones, porque en ti, no tengo limitaciones. Porque tengo un Universo a mi disposición, y a partir de hoy me prometo y te prometo a ti Padre, que nunca mas me limitare para lograr mis sueños.

Hoy, renuncio a dejar las cosas a medias, a no luchar por mis sueños, a eso renuncio. Porque se que tu ves mi futuro, porque tu tienes lo mejor de lo mejor para mi.

Hoy, renuncio a la falta de Fe, y me comprometo a fortalecer mi Fe día a día, minuto a minuto, confiando en tu Palabra, confiando en Tu poder.

Hoy, renuncio a vivir el mañana precipitadamente, en vez de vivir el aquí y el ahora, elijo vivir mi presente y disfrutarlo al máximo, porque cada minuto de vida es un regalo que me das con todo tu amor.

Hoy, renuncio a las rutinas de la vida, a las preocupaciones terrenales, y elijo caminar un sendero espiritual, llenándome de tu presencia, donde nada mas es necesario, sino contar con tu Amor y tu apoyo.

Hoy, renuncio a todo aquello que me hace prisionera de mi misma, y elijo ser libre, yo soy libre en ti Padre, porque me has creado con libre albedrío, y al mismo tiempo, libero a todos aquellos a quienes amo con el corazón, permitiéndoles ser felices a la manera en que tú así lo tienes planeado.

Hoy, renuncio a mi orgullo, y te lo entrego, renuncio a mi ego, y lo coloco en tus manos, para que lo amanses.

Hoy, renuncio a la obstinación al levantarme a trabajar, y elijo agradecerte por tener todo lo que tengo, porque son tus regalos, y me los das con amor.

Hoy, renuncio a mi pasado, perdono y olvido todo lo malo, todo aquello que me lastimo, y te entrego las huellas que el pasado dejo en mi alma para que tú las borres con tu Amor.

Hoy, renuncio a las ausencias en mi vida, porque no necesito mas que tú presencia para estar bien, lo demás, lo que tu quieras regalarme, y aquellos quienes quieran ser parte de mi camino y de mi vida, son tu regalo, y son añadidura. Y elijo ver el regalo a cada persona que se presente en mi camino.

Hoy, renuncio a todo aquello que pretenda perturbar mi paz espiritual y mental.
Y me comprometo a no permitir que nada irrumpa con mi paz.

Hoy renuncio a las dudas, a mis temores, a la falta de confianza en mi misma, y elijo el camino de la Fe, de la seguridad de que todo es posible, en ti, en tu camino, en tu amor, y por ende en mi misma, recupero mi confianza y mi Fe.

Padre, hoy renuncio a todo esto, por mi, por ti, pero antes que nada, te quiero agradecer por haberme dado todo esto a lo que hoy renuncio, porque gracias a todo eso hoy soy la mujer que soy, porque eso fortaleció mi espíritu, engrandeció mi alma, y me forjo, para hoy, por medio de tu Poder, seguir los pasos que tu tienes preparados para mi.
A cada circunstancia que hoy renuncio, GRACIAS por haber pasado por mi vida.
Pero ahora, es momento de partir, y libero todo esto, para poder seguir mi camino.
Como todo en la vida, cada cosa tiene una función, y ya todo esto cumplió su misión en mi vida, ahora, sigan su sendero.

Amo cada minuto de mi vida, y renuncio a todo lo que no este en armonía con el Amor infinito y la Gratitud de tu Espíritu Santo.

Gracias por todo lo que me has regalado y lo que aun falta. Se que tienes maravillas reservadas para mi.

Con amor y gratitud,
Bárbara

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