lunes, 17 de marzo de 2008

Decreto


Te voy construyendo, alma,
tejiendo hilos de miel muy dentro
lecho donde reposes,
le regalo amaneceres,
mientras
le humedezco los días
con sonidos de algún canario.


Volteo al cielo
Y te inundo de pureza,
Mientras dreno
Y me lleno de gratitud
Por cada hora…
Por la paz que respiro
no necesito sino eso.


Así,
como estoy, en mi silencio,
el que medito, con mi Dios interior,
presencia maravillosa,
que ante mi
estampa sus creaciones,
me dibuja sonrisas
que la vida había borrado.


Poco importa ahora,
alimento el presente,
sueño el futuro, piso el pasado
como a las serpientes…
Y vivo, minuto a minuto,
Como si fuese el último,
Me rodean las bellezas y,
definitivamente,
la paz no tiene precio.


Te construyo a ti, alma
un mañana con esperanza
de un hoy abundante,
perdida en verdes colores,
para predecir,
una vez mas,
que soy heredera,
del amor universal,
de las promesas de mi creador.


Me otorgo el derecho de ser feliz.
A eso vine. Me lo merezco.


Leisha...


Saboreando los susurros de la paz...

1 comentario:

Anónimo dijo...

ummmm, falta una foto de un tio, una tia y un sobrino que conozcos por ahi, que aun estan en venezuela por lo lados de guarenas......ese tio a veces escribe, pero asi como desde hace 10 años nada de nada, quizas desenpolve algo por ahi para compartir con gioconda y leisha....solo me falta mi nombre artistico, jejeje