viernes, 2 de enero de 2009

Te sueño...

Te sueño reincidentemente… en silencio,
Y al final del día, cuando cierro mis ojos, es tu rostro lo que queda en mi memoria, aunado a tu sonrisa, que va tallada en mis labios,
cuando pronuncio tu nombre susurrándole a las estrellas que te traigan hasta a mi.
Mis oídos se han cerrado,
Y ahora solo escucho tu respiración
O acaso es la mía acelerada por saberte cerca?
Serás un ideal de mis deseos traviesos?
O es esta una ilusión que se convertirá en realidad?
Bendito Dios por encontrarnos.
Sagrada tu mirada que me revela los secretos de la Luna.
No conocía de la sublimidad,
Hasta que mis pupilas tropezaron con las tuyas…
Bien dicen que el tiempo de Dios es perfecto,
Y yo sabia, que el tiempo de conocerte, llegaría.

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